La soberana que estuvo en el trono por 70 años tuvo su funeral de Estado en la Abadía de Westminster. Carlos III y sus tres hermanos, Ana, Andrés y Eduardo, junto a Guillermo y Harry, encabezaron la procesión.
Con numerosas calles cortadas al público en el centro de la capital británica y una visible presencia policial en casi cualquier esquina, Londres lanzó el operativo para la ceremonia en la Abadía de Westminster. Son poco más de 2 kilómetros desde Wellingot hacia Hyde Park, donde está emplazado.
En un funeral de estado que reúne a presidentes y reyes, príncipes y primeros ministros, así como hasta un millón de personas en las calles de Londres, para dar un último adiós a una monarca cuyos 70 años de reinado definieron toda una época.
La jornada repleta de actos funerarios en Londres y Windsor comenzó temprano cuando las puertas del Salón de Westminster se cerraron al público después de que cientos de miles de personas pasaran ante el ataúd desde el 14 de septiembre. Muchos de ellos pasaron frías noches al raso para presentar sus respetos ante el féretro de la reina, en una conmovedora muestra de duelo nacional.
