Preocupación por la Disfagia: ¿qué es y cómo detectarla?

La disfagia puede arrastrar consecuencias como la malnutrición, la deshidratación y la neumonía por aspiración

En la última semana la disfagia, también conocido como trastorno deglutorio, ha tomado relevancia en la agenda sanitaria y es que el pasado martes se conmemoró su Día Mundial. Este es un trastorno frecuente que ataca, en su mayoría, a adultos mayores y personas que sufren enfermedades neurológicas y que va en aumento acompañado de un marcado envejecimiento poblacional, por lo que se espera que el número de personas con dificultades en la deglución continúe en ascenso.

Esta semana, donde se celebró el Día Mundial de la Disfagia, resulta una interesante importante para concientizar sobre la prevención, adecuada detección y abordaje, con el objetivo de prevenir cuadros de malnutrición y contribuir con la recuperación del paciente que sufre la condición. Algunas de sus consecuencias son la deshidratación (en 3 de cada 4 pacientes), la malnutrición (alcanza al 50%) y la neumonía por aspiración. Sufre disfagia alrededor del 80% de los pacientes con patologías como el ELA, demencia y Parkinson. Entre los adultos mayores institucionalizados, afecta al 60%.

Te podria interesar: Gran Hermano 2023 se apoderó de la pantalla de Telefe y las redes sociales estallaron: todos los detalles

La disfagia puede reducir a la mitad la ingesta de proteínas y un 30% la de calorías, llegando a desencadenar una malnutrición con potenciales consecuencias en la rehabilitación y en la autonomía a causa de la pérdida de fuerza y masa muscular. “La modificación de la textura y consistencia de los alimentos es fundamental en el abordaje de estos pacientes. Desde el punto de vista nutricional, el gran desafío es poder adecuar la consistencia de los alimentos y la viscosidad de los líquidos, mientras se respetan los hábitos particulares de cada persona y se brinda una alimentación segura (evitando aspiraciones respiratorias) y eficaz (manteniendo un adecuado estado nutricional)”, explicó la licenciada en Nutrición Silvia Jereb, ex presidenta de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND).

“Para lograr un adecuado tratamiento, debe personalizarse el plan alimentario para cada paciente y brindar porciones frecuentes de poco volumen, de consistencias blandas, húmedas y homogéneas, evitando aquellas preparaciones donde la consistencia sea pegajosa”, puntualizó.  Estos pacientes, además de disfagia y su patología de base, suelen sufrir fatiga al momento de comer, miedo, ansiedad e inclusive desarrollar cuadros de depresión, lo que dificulta una correcta ingesta de alimentos.

Los siguientes son los síntomas de alarma para identificar a los pacientes con alteraciones en la deglución:

– Babeo.

– Ahogo/tos antes, durante y después de la deglución.

– Acumulación de saliva en la boca.

– Dificultad para masticar y controlar la comida en la cavidad oral.

– Restos de alimentos en la cavidad oral luego de la deglución.

– Variaciones en las cualidades vocales luego de la deglución.

– Dolor al tragar, malestar o sensación de acumulación de alimentos en la garganta.

– Pérdida de peso.

– Pérdida de apetito.

dia o noche