Estrés y salud cardiovascular: cómo la actividad física puede ser el mejor aliado

Un estudio liderado por investigadores del Hospital General de Massachusetts posicionó a la actividad física como una estrategia efectiva para impulsar la salud mental y alcanzar un vida más saludable

Para desactivar el estado de alerta existen muchos recursos, entre ellos la actividad física, que despierta cada vez más interés entre los científicos por sus múltiples beneficios antiestrés.

En la vida diaria moderna, es común que las personas se enfrenten a un estado de preocupación o tensión mental, generado por una situación difícil, que en el peor de los casos se extiende en el tiempo. Esta situación, que muchos ya han naturalizado, no es otro que el estrés.

Lo cierto es que todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata de la respuesta fisiológica, conductual y psicológica que se utiliza para afrontar y adaptarse a las diversas demandas del día a día y es una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos, según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero el modo que reaccionamos a este estado de alerta afecta a nuestro bienestar.

En ese sentido, un nuevo estudio, dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts, perteneciente a la Universidad de Harvard y publicado en el Journal of the American College of Cardiology, advirtió “la actividad física reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), en mayor medida, entre los individuos con depresión”, debido a reducciones en las señales cerebrales relacionadas con el estrés.

La endocrinóloga Laura Maffei explicó cómo funciona el estrés: “Responde a los denominados estresores, condiciones ambientales generadoras de estrés y cuya manera de afrontarlos forma parte de la cotidianidad. Se trata de cualquier objeto, suceso o situación del pasado, presente o futuro que genera diferentes reacciones en nosotros y permite que tengamos diversas formas de enfrentarnos a los nuevos escenarios”.

En palabras de la experta, existen dos tipos de estresores: “Por un lado, los absolutos, que suponen una amenaza para la vida o un riesgo mortal. Son situaciones donde no hay tiempo para la evaluación ni la racionalización. Por otro lado, los estresores relativos, aquellos que nos afectan en la vida cotidiana, pero no ponen en riesgo nuestra supervivencia”.

¿Qué sucede cuando las hormonas del estrés permanecen elevadas de manera constante? De acuerdo a la además directora de Maffei Centro Médico, explicó: “Cuando esto ocurre el sistema de regulación de estrés se perturba y se suscita una producción inadecuada de cortisol adrenalina (las hormonas del estrés) provocando desde alteraciones emocionales como cansancio, depresión, ansiedad, falta de motivación hasta alteraciones físicas como diabetesaumento de peso, infartos, accidentes cerebrovasculares, dermatitis, enfermedades autoinmunes o malignas, susceptibilidad a las infecciones, entre otras”.

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