Tras meses de protestas masivas, los manifestantes, lejos de observar la situación como una victoria, continúan en pie frente a la sede de la Presidencia israelí en Jerusalén.
Semanas de protestas en todo el país han llevado al presidente de Israel, Isaac Herzog, cuyas funciones suelen ser protocolares, a percibir la posibilidad de que haya una guerra civil y a presentar un plan de consenso.
En las últimas horas, las autoridades del Parlamento israelí aprobaron la reforma judicial impulsada por el presidente Benjamín Netanyahu. Sin embargo, aún quedan dos instancias mas.