Las investigaciones de Defensa Civil arrojan que no hubo desmoronamiento y el turista que cayó del acantilado cometió una acción arriesgada

Tras las investigaciones realizadas por Defensa Civil, su titular Rodrigo Goncalvez, comunicó que durante las tareas en el lugar del hecho no vieron ningún desmoronamiento del acantilado.   De igual forma, aclaró que únicamente la Justicia es la que debe de definir las causas de muerte del turista español, y que sólo podía confirmar que ni en

Tras las investigaciones realizadas por Defensa Civil, su titular Rodrigo Goncalvez, comunicó que durante las tareas en el lugar del hecho no vieron ningún desmoronamiento del acantilado.  

De igual forma, aclaró que únicamente la Justicia es la que debe de definir las causas de muerte del turista español, y que sólo podía confirmar que ni en la parte superior ni inferior había signos de un desmoronamiento del acantilado. En esta línea, explicó que no hay motivos para sospechar que esto estaría vinculado con el fallecimiento de Juan Florez Estrada. “Fue una muerte absurda y evitable”, dijo, en referencia a que el hombre se puso en una situación de peligro innecesaria. 

Continuó hablando de que 

En este marco, Goncálvez destacó también el compromiso que mantuvieron quienes intervinieron en el operativo de rescate. “El resultado no fue el deseado, porque en definitiva no se logró el objetivo de salvarle la vida a esta persona, pero a uno lo enorgullece poder trabajar con áreas que están coordinadas de manera tan profesional”, dijo.

En este sentido, indicó que del procedimiento participó personal de prefectura, guardavidas, la dirección de Rescate y Riesgos especiales, haciendo rapel y “poniendo en riesgo su propia vida”, el SAME, policía bonaerense, patrulla municipal y defensa civil, quedándose todos hasta altas horas de la noche, con torres de iluminación, para poder extraer a la víctima de una zona de piedras en la que había sufrido “graves lesiones que habían marcado su destino”.

Consultado acerca de los riesgos de permanecer sobre los bordes o debajo de los acantilados, Goncálvez recordó con pesar: “Hace cinco años fallecía Emma en el sector norte de Mar del Plata y Emma sí falleció por un desmoronamiento total y absoluto del acantilado”, pero diferenció que en este caso desde Defensa Civil no visualizaron un desmoronamiento en la zona, salvo “algunos restos que han caído producto de la caída de esta persona”.

Riesgo latente

No obstante, el titular de la mencionada área comunal aclaró que “por decir que no fue un desmoronamiento tampoco podemos decir que no hay riesgo de desmoronamiento ni que los desmoronamientos no sean una realidad en los acantilados de Mar del Plata, porque sí lo son”.

“Se puede hacer una fuerte campaña de concientización y cartelería, que se ha hecho mucho en estos cuatro años, pero los más determinante para no sufrir daños por un acantilado tiene que ver con la responsabilidad individual de no permanecer sobre ellos, mucho menos con estructuras o vehículos, ni cerca de los bordes, y no permanecer por debajo, lo que la gente comúnmente llama cuevas, y que son socavamientos propios de la erosión y del golpe marítimo sobre estas estructuras naturales, que generan un riesgo permanente”, analizó.

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