¿Cuáles serían las repercusiones de este fenómeno?
El Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín publicó una investigación en la cual aseguran que el núcleo de la tierra que se encuentra a más de 5.000 kilómetros profundidad, y que tiene temperaturas mayores a la superficie del sol, perdió su velocidad durante la última década, y empezó a girar en sentido contrario a la rotación terrestre.
El estudio fue publicado el lunes en Nature Geoscience, sus autores son Yi Yang y Xiaodong Song, ambos procedentes de China, y en el mismo midieron las consecuencias que hubo alrededor del globo cuando se manifestaron cambios en el centro de la tierra.
Uno de ellos fueron los casi 200 terremotos que se generaron entre la década de 1960 y la actualidad en las islas Sandwich del Sur; allí se estudió el núcleo de la tierra, ya que es imposible poder llegar al mismo. En el estudio se demostró que en el año 2009, el núcleo se detuvo, y comenzó a girar más lento que la corteza.
Y así el estudio comparó otros fenómenos ocurridos desde el descubrimiento del núcleo en 1936, mayormente para descubrir cómo viajan por el planeta las ondas sísmicas de los terremotos. En la composición del mismo se estableció que tiene uno 7.000 kilómetros de ancho, formado por un centro sólido, compuesto de hierro, dentro de una envoltura de hierro líquido y otros elementos.
“Nos quedamos bastante sorprendidos”, afirmaron los sismólogos de la Universidad de Pekín, en China. A medida que el núcleo se detenía y cambiaba su rotación se manifestaban cambios en la tierra. Sin embargo se requiere del estudio de más sismos para determinar mayores resultados.
La primera consecuencia inmediata de este fenómeno se encuentra en la duración del día, que podría verse reducida ahora en fracciones de segundo según los autores del estudio. Una duración que, a día de hoy, sería una milésima de segundo menor en comparación a la media registrada en la década de los 70.
Sin embargo, no sería el único resultado de este fenómeno, ya que también afectaría en gran medida al clima del planeta y al nivel del mar, debido a la alteración del campo gravitatorio interno que a su vez, causa deformaciones en la superficie y traería consigo un incremento de la temperatura global del planeta.
El núcleo interno ahora está comenzando a girar gradualmente hacia el oeste en relación con la superficie de la Tierra. Es probable que acelere y luego desacelere una vez más, llegando a otro punto muerto aparente en la década de 2040 y completando su último ciclo de giro hacia el este y el oeste.
