Se complica la situación en la frontera entre Rusia y Bielorrusia

Algunos consideran que destruir monumentos es una mala tradición. Otros no quieren saber nada más de esos monumentos. Entretanto, hay quien piensa que, derribándolos, se termina con la historia.

La situación en Letonia respecto a conservar los monumentos soviéticos o destruirlos, se complica y algunos consideran que destruir monumentos es una mala tradición. Otros no quieren saber nada más de esos monumentos. Entretanto, hay quien piensa que, derribándolos, se termina con la historia.

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Dada la situación geopolítica e inquieta por el expansionismo de su vecino ruso, Letonia adoptó la ley tras la invasión de Ucrania. El texto obliga a los ayuntamientos a desmantelar estatuas, monolitos, mausoleos… todo tipo de monumento que glorifique el régimen soviético, salvo los erigidos en cementerios, con restos humanos o catalogados como de relevancia cultural; en ese caso permanecerán protegidos.

Lo que más molesta a algunos ciudadanos no es la presencia de los diferentes monumentos, sino la forma en que estos son explotados por diferentes grupos y organizaciones políticas. Algunos de los monumentos considerados culturales o históricos podrían acabar en el Museo de la Ocupación de Letonia, donde una exposición permanente documenta los dominios nazi y soviético del país.

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