Declarado en 1929 hoy: Día Mundial de los Animales

La Organización Mundial de Protección Animal declaro en 1929 el Día Mundial del Animal. ¿Por qué se conmemora los 4 de octubre?

El Día Mundial de los Animales se celebra todos los 4 de octubre en busca de concientizar sobre las especies en peligro de extinción y su derecho a ser protegidas. La fecha coincide con la celebración de San Francisco de Asís, el santo de la ecología.

La fecha se estableció en 1929 por parte de la Organización Mundial de Protección Animal. Por otro lado, en Argentina, el Día del Animal se celebra también los 29 de abril.

La concientización y preservación de los animales se ha vuelto de vital importancia. Cerca del 40% de las especies corre peligro de extinción y en los últimos 500 años el 30% ya se extinguió o estuvo cerca de que ocurra.

La conmemoración nació en homenaje a San Francisco de Asís, conocido por transmitir el respeto y el bienestar de los animales. Cada 4 de octubre la iglesia universal celebra al santo, el Día Mundial de los animales se estableció en coincidencia con esto.

En 1929, la Organización Mundial de Protección Animal decretó al 4 de octubre como el Día Mundial de los Animales en un congreso realizado en Viena. Esta fecha busca que las personas concienticen sobre la preservación y cuidado de las especies, respeten a todas por igual y protejan a aquellas en peligro de extinción.

Esto se ha vuelto una necesidad urgente. Expertos de la Universidad de Minnesota, revelaron en 2022 que el 30% de las especies se extinguió o estuvo en riesgo de extinción en los últimos 500 años.

National Geographic define que un animal se considera en peligro de extinción cuando todos los representantes que conforman la especie corren peligro de desaparecer por completo de la tierra.

De acuerdo con la Organización Mundial de Protección Animal, actualmente cerca del 40% de todas las especies animales del planeta corren peligro de extinción, principalmente por causas humanas, y hay un millón de especies en peligro de extinción.

Esto se divide en el 41% de las especies evaluadas de anfibios, 27% de las de mamíferos, 13% de las aves, 37% de tiburones o rayas, 36% de los arrecifes de coral y el 21% de reptiles.

Múltiples factores provocan la extinción de una especie. Las causas principales están asociadas a la destrucción y alteración de los hábitats naturales, el cambio climático, la caza y el tráfico de animales.

 

Muchas especies se encuentran en riesgo alrededor del mundo, entre otras estos animales han disminuido considerablemente:

Oso polar: Al depender del hielo para atrapar a sus presas, esta especie se enfrenta, año tras año, ante la dificultad de obtener alimento por el deshielo y los inviernos más cortos que provoca el calentamiento global. Se cree que quedan actualmente entre 22.000 y 31.000 ejemplares.

Mandril: Esta especie de primate emparentada con los babuinos se distribuye principalmente desde el oeste de África hasta el Congo. La principal causa de su extinción es el mercado de carne de mandril en el oeste del continente africano. La tala y la agricultura también dificultan su supervivencia.

Lémures: Son un grupo de primates con más de 100 especies diferentes. A pesar de ser una especie emblemática de Madagascar, solo queda el 10% de sus ejemplares. La principal causa de extinción de estos animales es el cautiverio.

Oso panda: Esta especie de mamífero carnívoro se encuentra, mayormente, en el continente asiático. En 1980, China prohibió su caza y lanzó campañas de protección de hábitats naturales para conversar a la especie. A pesar de los esfuerzos, actualmente solo quedan 2.000 ejemplares en el mundo.

A pesar de que Argentina es un país que posee una gran variedad de animales por su extensión, clima y biodiversidad, la falta de conservación, la contaminación y la caza furtiva, ponen en peligro a varios animales autóctonos. Estas son las 5 especies más amenazadas:

Yaguareté: Es un felino que pertenece a la familia de las panteras, vive en las provincias de Misiones, Formosa, Chaco y Jujuy, aunque su hábitat se redujo principalmente a la zona de la selva misionera.Es uno de los animales que se encuentra más amenazados, debido a la deforestación de su hábitat natural y a la caza furtiva. Los productores temen que este animal acabe con su ganado y contratan cazadores profesionales para matarlos. Se considera que en la Argentina quedan solo 300 individuos.

Tatú Carreta: Vive en las provincias del Chaco y Formosa. Su supervivencia está extremadamente amenazada por la pérdida de su hábitat natural, por su venta ilegal a coleccionistas de animales y por la caza indiscriminada. En las últimas dos décadas se perdió el 30% de la población de esta especie.

Ballena Franca Austral: Es el mamífero más grande de la Argentina y fue declarado “Monumento Natural Ballena Franca Austral”. Como consecuencia de la caza indiscriminada, en la actualidad existen aproximadamente 3000 ejemplares en todo el mundo, de los cuales el 20 % se encuentran en Argentina.
Tapir: Es el mayor herbívoro terrestre de la Argentina y vive en las provincias de Chaco, Salta, Formosa, norte de Corrientes y Misiones. La deforestación y la caza ilegal lo ponen en riesgo de extinción.

Para preservarlo, el gobierno argentino lanzó el Proyecto Tapir. Esto tiene como objetivo “realizar acciones para la preservación de esta especie amenazada, la disminución de la presión de caza, la generación de estrategias de conservación de su hábitat, actividades de rescate y reintroducción al medio silvestre”.

Pecarí del chaco: El chancho salvaje de mayor tamaño vive en la región comprendida entre el oeste de la provincia de Chaco, este de Salta, Santiago del Estero y nordeste de Tucumán. Su caza es la razón principal que lo ubica entre los animales en peligro de extinción.

En Argentina, el Día del Animal se estableció el 29 de abril en conmemoración del fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, un abogado que no solo fue presidente de la Sociedad Protectora de Animales, sino también uno de los pioneros en el país en la lucha por los derechos de los animales.

Albarracín dedicó su vida a la protección de los animales. Fue uno de los impulsores de la Ley Nacional de Protección de Animales, promulgada el 25 de julio de 1891, y se puso al frente de campañas contra las riñas de gallos, las corridas de toros y el tiro a la paloma.

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