42 años del caso Schoklender: la historia de los hermanos que asesinaron a sus padres en Belgrano

Un 30 de mayo de 1981 Sergio y Pablo Schoklender asesinaban a sus padres Mauricio y Cristina dentro de su vivienda en el barrio de Belgrano en la ciudad de Buenos Aires

Este 30 de mayo se cumplen 42 años desde uno de los casos que más atravesaron la historia de la opinión publica de Argentina en las últimas décadas: el parricidio de los hermanos Schoklender.

Fue en la madrugada del 30 de mayo de 1981 que Sergio Mauricio y Pablo Guillermo Schoklender asesinarían a Mauricio Schoklender y Cristina Silva Romano, sus propios padres.

La historia comienza el día jueves 14 de mayo, cuando en un confuso accidente en el balcón de su casa fallece Julio de la Hera, gerente de Pittburgh. Posteriormente, en concreto un día después- viernes 15 de mayo- se produjeron tres hechos que condicionaron el escenario del doble crimen: un robo, un “intento de homicidio” y un incendio. Por el robo, el actor principal fue Sergio, quien robó a su padre dinero y documentos, a la vez que denunciaba a las autoridades de Pittsburgh que alguien lo había dejado encerrado en una cámara frigorífica con la clara intención de asesinarlo.

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El incendio fue provocado por Pablo, quien según dicha hipótesis se había encargado de entrar a la habitación matrimonial, rociar con nafta el suelo y penderlo fuego. El dormitorio se inundó de humo y terminó quedando dañado por completo, aunque la pareja salió ilesa.

Tres días más tarde, el 18 de mayo, Pablo se enfrenta a su madre, terminando por recibir un golpe de ella, por lo que con 20 años decide irse a vivir al hotel Normandie. Al instante, Mauricio comienza los trámites ante el seguro y no le permite volver, considerándolo un desequilibrado.

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El día viernes 29 de mayo, el matrimonio compuesto por Sergio y Valeria salen a cenar en un restaurante de la costanera y esperan a la medianoche para brindar por el cumpleaños 23 de su hijo mayor, Sergio Mauricio, con la ausencia de Pablo.

Durante la noche, mientras el resto de la familia cenaba, el menor de los Schoklender volvió al departamento ubicado en la calle 3 de Febrero y al oír que sus parientes regresaban se escondió en el placar del dormitorio de su hermano. Cuando se hicieron las 3 de la madrugada, Pablo despertó a su hermano Sergio , yéndose a cavilar al living. Dicho intercambio fue interrumpido cuando su madre se levantó.  Pablo, al percatarse de que su progenitora se acercaba hacia ellos decidió esconderse y, aprovechando que se encontraba de espaldas, golpeó su cabeza con una barra de acero de 30 cm de largo y 3 cm de diámetro.

El primer golpe fue dado en el lado derecho de su cabeza, haciéndola caer de bruces, Sergio habría sido quien luego le dio dos golpes más, esta vez en la parte posterior del cuello. Enseguida buscó una camisa azul con la que le apretaría el cuello hasta matarla.

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Tras el primer asesinato, los hermanos decidieron que también acabarían con la vida de su padre, por lo que ambos se acercaron hasta su habitación mientras dormía y le destrozaron casi todos los huesos del cráneo utilizando la barra de acero. Segundos después, Sergio le pidió a Pablo una cuerda náutica, la cual le pasó por el cuello a su padre. Hizo un torniquete con la barra y fue retorciéndola poco a poco.

Luego de intentar fugarse y terminar siendo capturados, la jueza de 1° instancia Marta Lopardo condenó a Sergio a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado por el vínculo en concurso real con homicidio calificado por el vínculo y por alevosía, con la salvedad de que debe responder como coautor penalmente responsable y como autor de estafa en concurso materia, a la vez que absolvió a Pablo por falta de mérito. No obstante, un año después la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmo la primera sentencia, pero revocó la absolución, brindando otra prisión perpetua, aunque para ese entonces Pablo se había fugado. El 14 de mayo de 1994 volvería a caer en manos de la policia gracias a la seguridad de Bolivia, quien lo condujo de regreso a Buenos Aires.

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