En un discurso largamente esperado, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, ha pedido disculpas en nombre de su Gobierno por los 250 años, entre 1621 y 1873, en los que el Estado neerlandés permitió, fomentó, mantuvo y se benefició de la esclavitud.
En un discurso largamente esperado, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, ha pedido disculpas en nombre de su Gobierno por los 250 años, entre 1621 y 1873, en los que el Estado neerlandés permitió, fomentó, mantuvo y se benefició de la esclavitud.
Rutte habló de un sistema que infligió “sufrimientos indescriptibles” y que, según dijo, debe reconocerse como crimen de lesa humanidad.
Como otras potencias europeas, Países Bajos desempeñó hasta 1873, un papel clave en la captura, traslado y venta de esclavos africanos en América. También actuó en Sudáfrica y Asia, donde operaba la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
El comercio legal de esclavos terminó en 1814, pero sobrevivió en las colonias neerlandesas hasta 1873. “Más de 600 000 mujeres, hombres y niños africanos esclavizados fueron enviados al continente americano en condiciones espantosas por traficantes de esclavos holandeses (…). Fueron separados de sus familias, deshumanizados, transportados y tratados como ganado”, denunció Rutte.
A menudo esto ocurría bajo la autoridad gubernamental de la Compañía de las Indias Occidentales, mientras que, en Asia, entre 660 000 y más de 1 millón de personas fueron traficadas dentro de las áreas bajo autoridad de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales entre el siglo XVII y XIX.